Our God will meet all our needs

TUESday
By Tina Seward

In October 2017, I made a sudden trip home because I'd received word that my mother was in hospice and would probably die in the next few days. I hopped on a plane and flew to Florida, where I spent time with my mother, sister, and niece. While my mother was mostly unresponsive, I'm sure that somehow she knew I was there, and I would have regretted it had I not gone.  

While I was there, my best friend, who lives in Florida, drove over two hours to see me and give me emotional support.  

And when I came back, my sister group handed me about $400, which just about covered what I'd spent to go down to Florida.

Our family has had ups and downs in our finances and in other areas of life.  There are two Scriptures I come back to often. One is Psalm 37:25: "I was young and now I am old, yet I have never seen the righteous forsaken or their children begging bread."  The other is Philippians 4:19, which is the Scripture I wrote in my thank-you card to my sister group: "And my God will meet all your needs according to the riches of his glory in Christ Jesus."  

I have never gotten everything I wanted.  But God promises that we will get what we need, and I rest on that promise as we enter into a season of intentional giving.

Reflection Questions:

1.  When was a time that you were in need and received an unexpected gift, whether of finances, time, companionship, or something else?

2.  Think about a time when you helped give an unexpected gift of finances, time, companionship, or something else? How did that influence your faith and trust in God?

Martes

Promesas - Por Tina Seward

En octubre de 2017, hice un repentino viaje a casa porque recibí la noticia de que mi madre estaba en un hospicio y que probablemente moriría en los próximos días. Me subí a un avión y volé a Florida, donde pasé tiempo con mi madre, mi hermana y mi sobrina. Si bien mi madre no respondía, estoy segura de que de alguna manera ella sabía que estaba allí, y me habría arrepentido si no hubiera ido.

Mientras estuve allí, mi mejor amigo, que vive en Florida, condujo más de dos horas para verme y brindarme apoyo emocional.

Y cuando regresé, mi grupo de hermanos me entregó alrededor de $ 400, que casi cubrían lo que había gastado para ir a Florida.

Nuestra familia ha tenido altibajos en nuestras finanzas y en otras áreas de la vida. Hay dos Escrituras a las que vuelvo a menudo. Una es el Salmo 37:25: "Era joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto a los justos abandonados ni a sus hijos mendigando pan". El otro es Filipenses 4:19, que es la Escritura que escribí en mi tarjeta de agradecimiento a mi grupo de hermanas: "Y mi Dios satisfará todas tus necesidades de acuerdo con las riquezas de su gloria en Cristo Jesús".

Nunca he conseguido todo lo que quería. Pero Dios promete que obtendremos lo que necesitamos, y yo descanso en esa promesa cuando entramos en una temporada de donaciones intencionales.

Preguntas de reflexión:

1. ¿Cuándo fue un momento en el que estaba necesitado y recibió un regalo inesperado, ya sea de finanzas, tiempo, compañía u otra cosa?

2. ¿Piensa en un momento en que ayudó a dar un regalo inesperado de finanzas, tiempo, compañía u otra cosa? ¿Cómo influyó eso en tu fe y confianza en Dios?

Nolan Huber